miércoles, agosto 16, 2006

EL SILENCIO DE LOS "BUENOS", FRENTE A LA GUERRA EN MEDIO ORIENTE

Por: Adolfo Pérez Esquivel

"Ay,
nosotros que quisimos
Poner los cimientos de la bondad.
Y no supimos ser bondadosos"

Bertolt Brecht


Luther King decía que lo que más le dolía, era el "silencio de los buenos", de aquellos que no actúan y esperan que otros hagan lo que ellos no están dispuestos a hacer. O aquellos que son dominados por el miedo que los paraliza y otros que están sujetos a presiones e intereses, políticos y económicos.

En el Sermón de la Montaña, Jesús nos dice: " Felices los que trabajan por la Paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios-(Mt.9,5). En estos momentos de tantas tensiones y violencia desencadenadas en el mundo, el desafío para los cristianos, como para todos aquellos que profesan otras creencias religiosas, sociales y políticas, debemos asumir el compromiso de trabajar para construir la Paz.

El mundo se encuentra en una encrucijada marcada por la violencia; el aumento de guerras en diversas regiones, conflictos, hambre, marginalidad y exclusión de las dos terceras partes de la humanidad. Es necesario dejar la pasividad, la intolerancia, tener presente que lo que ocurre en Medio Oriente nos afecta a todos.

Es preocupante la posición que muchos gobiernos han asumido frente a la guerra desatada en Medio Oriente y la invasión al Líbano por parte de Israel, como son, "los olvidos intencionados, hasta el silencio cómplice". Otros han perdido la voz frente a las decisiones que impone EE.UU., como dice un dicho popular "nadie quiere irritar a la fiera" y por lo tanto la subordinación es
la norma.

La Unión Europea atraviesa una fuerte crisis de identidad y valores; las diferencia y contradicciones se agudizan entre varios países; algunos han enviado tropas a Irak y Afganistán a combatir apoyado las invasiones y silenciando las masacres en el Líbano y Palestina.

Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y los pedidos de condena a Israel, presentados por el Secretario General Kofi Annan, por las masacres cometidas contra los pueblos del Líbano y Palestina han sido y son bloqueadas sistemáticamente por los EE.UU. haciendo uso del Veto en el Consejo de Seguridad.

Es preocupante que las Naciones Unidas hayan quedado totalmente marginadas, sin vitalidad, ni capacidad de acción para ser garantes de la Paz Mundial.

Llegan noticias y fotos preocupantes donde niñas y niños en Israel, son invitados a escribir en las bombas, que van a arrojar contra el pueblo libanés y el palestino para sembrar la muerte y destrucción.

Cuesta mucho creer que a los niños palestinos los instruyan para la guerra contra Israel.

Cuesta mucho creer y duele que hayan llegado a esos límites de utilizar la inocencia de los niños para generar más odio y miedo de unos a otros.

¿Qué esperan lograr con esos comportamientos? Los niños iraquíes, palestinos, judíos, libaneses, iraníes y todos los niños del mundo no saben de la locura e irracionalidad de los mayores; no comprender los objetivos de los gobiernos, de sus intereses políticos y hegemónicos.

La guerra les impone comportamientos marcados por el odio y los miedos, viven la incertidumbre y la angustia de cada día y ven como les están robando la inocencia y la esperanza en la vida. ¿Qué mundo les están dejando a sus niños que viven en la violencia, sembrando odio y destrucción por aquellos que actúan con la razón armada y no con la fuerza de la razón?

Debiéramos preguntar ¿Cuál es la valoración, ética y de la dignidad humana, del derecho de las personas y los pueblos, que hacen de los niños víctimas inocentes del conflicto cuando arrojan las bombas sobre la población civil, firmada por otros niños? -

¿Cuál es la valoración y los motivos que llevaron a Israel a invadir el Líbano?
¿La captura de dos soldados israelitas por las guerrillas?- ¿Quiénes son los terroristas en un país invadido y acosado por la violencia, cuando se mata impunemente a la población civil?

¿Cuáles son los intereses estratégicos, políticos, económicos y hegemónicos de los EE.UU. para apropiarse de los recursos energéticos de la región; como bien lo señala Robert Fisk "Los sueños de los EE.UU. generalmente se convierten en la pesadilla de Medio Oriente"; pesadilla cargada de destrucción y muerte, de invasiones que pretenden justificar con discursos y palabras
vaciadas de contenido, pobladas de mentiras, para justificar lo injustificable, ante la pasividad de los "buenos", que no reaccionan frente a las masacres que sufren los pueblos.

Existen algunas luces de esperanza, a pesar del horror; es el coraje de parte del pueblo de Israel de asumir la resistencia civil frente a la guerra; muchos hombres y mujeres están resistiendo y reclamando el derecho a la Paz; se movilizan en marchas de protestas para decir ¡No a la guerra!; a pesar que sus reclamos no son escuchados por el gobierno y son silenciados por los
grandes medios informativos.

En la resistencia a la guerra y a favor de la Paz, se van sumando cientos de soldados como "objetores de conciencia", frente a la irracionalidad y los bombardeos sobre la población civil y la locura de los gobernantes que creen que la fuerza de las armas les permitirá alcanzar la victoria; sin entender que todos, vencedores y vencidos , terminan siendo derrotados.

Esos jóvenes soldados están dando un ejemplo a Israel y al mundo de dignidad y coraje al negarse a empuñar las armas contra otro pueblo. No quieren ser cómplices de la barbarie, de las masacres cometidas contra mujeres, niños y sobre la población civil.

Es necesario que los pueblos del mundo reclamen a Israel el cese inmediato del fuego.

A las guerrillas de Herzabollá, el cese de los combates.

Reclamar el retiro de las tropas invasoras del ejército israelita al Líbano.

Reclamar la urgente intervención de la ONU para regular y generar las condiciones que permitan avanzar hacia la solución del conflicto. Para lograrlos es necesario que el Consejo de Seguridad, adopte medidas urgentes para parar la guerra; más allá de los intereses políticos de las grandes potencias. Los problemas son complejos y cargados de tensiones en un conflicto
que dura más de 50 años y que hasta la fecha no tiene solución.

Es urgente dar pasos concretos hacia la resolución de los conflictos a través del diálogo, para lo cual se necesita mucho más coraje que en un campo de batalla.

Todos los pueblos tienen derecho a su autodeterminación y soberanía. Derechos que deben ser respetados de acuerdo a la Carta Magna de la ONU.

Thomás Merton decía que: "El propósito de toda guerra, fría o caliente, es la victoria total, la rendición incondicional y la aniquilación de toda oposición. Mientras eso continúe siendo considerado como un objetivo cuerdo, no podemos tener más que lucha y tensión. ¿Qué más hay? Eso es paranoia.

Esperamos que los que detentan el poder, tengan la capacidad de escucha el clamor de los pueblos que reclaman el cese inmediato de la guerra en el Medio Oriente.

Clamor que surge de lo más profundo de la conciencia humana.

¡Por el Amor de Dios, paren la masacre contra el pueblo del Líbano y todos los países de la región! Hay que desarmar las conciencias armadas.

Buenos Aires, 9 de agosto del 2006

martes, agosto 08, 2006

LLAMADO URGENTE !!!!

¡ No a la guerra en Medio Oriente !
¡ Cese del fuego ya ¡


Es necesario parar la escalada bélica y preservar la vida de los pueblos de la región que claman por paz y justicia.
Para éllo el gobierno de Israel – que se ha negado sistemáticamente a cumplir las resoluciones de la ONU sobre Medio Oriente – debe replegar de inmediato sus tropas que violan la soberanía y masacran a los pueblos palestino y libanés; debe poner fin a la agresión y ocupación militar de los territorios palestinos; debe detener la construcción deel Muro del Apartheid en tierras palestinas y debe demoler lo ya construido; debe liberar a los patriotas palestinos prisioneros por defender sus derechos.
Exigimos el respeto a la autodeterminación de todos los pueblos de la región; nos solidarizamos con los objetores de conciencia israelíes quue se niegan a integrar las filas del ejercito de ocupación y unimos nuestras voces a todas las personas y organizaciones que en Palestina, Líbano e Israel denuncian a los traficantes de la muerte y se manifiestan por la paz.
Llamamos a las organizaciones populares, a los movimientos sociales y de derechos humanos, a las fuerzas políticas, a las agrupaciones culturales y religiosas, a las mujeres, los jóvenes, los estudiantes, a todos y todas, a pronunciarse y ser activos en defenza de la vida.
Reclamamos una solución política negociada entre todas las partes en conflicto que permita detener la masacre.
Buenos Aires, 30 de julio de 2006-08-08

PRIMEROS FIRMANTES
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz
Stella Calloni, escritora y periodista
Atilio Borón, profesor de Teoría Política (UBA) y secretario ejecutivo de CLACSO
Obispo (E) Federico J Pagura, Iglesia Evangélica Metodista Argentina
Beverly Keene, coordinadora de Diálogo 2000 y Jubileo Sur / Américas
Rina Bertaccini, co-presidenta del Consejo Mundial de la Paz
Juan Domingo Roque, vice-presidente del MoPaSSol

jueves, agosto 03, 2006

El Hambre es un crimen - Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo


Reproducimos el comunicado de la Central de los Trabajadores Argentinos y el Movimiento
Nacional de los Chicos del Pueblo:

"El 70% de la población total del país menor de 18 años, o sea nueve millones y medio de niños, se encuentran viviendo en la pobreza, la mitad ya casi no come. Más de cien niños se mueren por día -menores de 5 años- por causa de pobreza. Cuando hablamos de mortandad infantil no solamente debemos incluir a los pequeños que se lleva la muerte sino también a los niños dañados -para siempre- física, intelectual y emocionalmente antes del nacimiento de las palabras. El hambre es un crimen que aniquila el prodigio de la vida. Debe ser detenido. Si o si. Porque en nuestro país no faltan riquezas, ni alimentos, ni platos, ni madres, ni médicos, ni maestros, faltan en cambio la voluntad política, la imaginación institucional, la comprensión cultural y las ganas de construir una sociedad de semejantes donde broten los panes en la mesa en una mirada de manteles, para vestirse de guardapolvo blanco, para decir trabajo, para cantar infancia, para besar familia. Sin una infancia sana, amasada y entera es impensable una Argentina mejor. Porque un país que mutila a sus niños es un país que se condena a sí mismo. Imaginar el amor donde fue perdido, darle cuerda a nuestra dignidad, decirle NO a los accionistas de los niños descalzos. Montar en ganas: un vuelo rasante de palomas, un disparo de globos, el ratón de las monedas. No hay verdad más armada que la pura inocencia. Si, Otro país es posible.

Víctor De Gennaro
Secretario General
Central de los Trabajadores Argentinos

Alberto Morlachetti
Coordinador Nacional
Mov.Nacional de los Chicos del Pueblo

BRECHA

Por Carlos del Frade

(APE).- Los ricos en la Argentina ganan veintinueve veces más que los habitantes del subsuelo. Una brecha honda, larga y que a pesar de los anuncios del oficialismo se profundiza. Fosa económica y social que se devora a la política y sus actores.
Concentración de riquezas que también significa resignación de la política como herramienta de transformación y su triste rol de bombero mal equipado que intenta apagar los incendios que provoca la impunidad de los dueños del dinero.
Moreno, viejo prócer liberal vaciado de contenido por esos mismos falsificadores de la historia oficial, fue asesinado por su idea de generar un Estado que vaya en contra de las grandes riquezas que son perjudiciales al nuevo país que iba surgiendo.
Belgrano, otro bronce que sirvió para ocultar su pasión revolucionaria, fue condenado a morir en la pobreza y en silencio porque toda su vida fue luchar por la distribución de las riquezas.
San Martín, supremo desconocido en sus acciones de gobierno en Cuyo, Chile y Perú, pagó con el exilio sus medidas de repartir tierras entre los pueblos originarios, expropiar el diezmo a la iglesia, emitir un decreto que prohibía pagar cualquier deuda externa hasta tanto no haya respuestas a las deudas internas y crear un ejército latinoamericano en operaciones en contra de las relaciones carnales que se querían mantener con el imperio del siglo diecinueve, Gran Bretaña.
El resultado de tanta mentira explica la supuesta naturalización de la riqueza.
Y su contrapartida, la naturalización de la pobreza. “Pobres habrá siempre”, decía un presidente dos veces votado por el pueblo argentino.
Es natural, según esta enseñanza histórica, que los ricos sean cada vez más poderosos y que los pobres, entonces, cada vez sean más pobres.
Pero no es una cuestión natural. Se trata de la política. De lo que deja hacer un Estado que sigue siendo cómplice de los más poderosos en lugar de ser solidario con los saqueados, con los robados, con los desesperados.
Si la cifra del crecimiento de la brecha entre los que más tienen y los que nada poseen produce indignación, ciertos números que denuncian el cotidiano vivir de las grandes empresas radicadas en Argentina promueven sentimientos de obscenidad e inmoralidad.
La revista “Mercado”, especialista en temas económicos y empresariales desde hace décadas, acaba de publicar -como es habitual- el ranking de las mil firmas que más venden en el país.
Haciendo un simple cálculo matemático que consiste en dividir los montos anuales de sus ventas por 360, luego por 24 y después por 60, se arriba a la cifra del dinero que venden por minuto.
De tal forma, Techint factura más de 40 mil pesos cada sesenta segundos; Cargill, más de 20 mil pesos por minuto; Petrobras, más de veinte mil pesos cada sesenta segundos y Bunge, más de diez mil pesos en ese breve lapso.
Cifras reales, realidad inmoral.
Es en estos números donde se comprueba la impunidad del dinero y la falsificación de la historia en el presente. En donde se verifica un Estado que consiente la concentración de riquezas y que poco hace por lograr una Argentina distinta. Un Estado que sigue matando a Moreno, Belgrano y San Martín.
Fuentes de datos: Diario Página/12 04-07-06 / Revista “Mercado” Junio de 2006

¿Podemos seguir siendo judíos?

Por León Rozitchner

No tomo partido sólo por el pueblo palestino sino también por el pueblo judío. Reafirmo al mismo tiempo que la situación histórica de los judíos, que culminó durante el nazismo en el aniquilamiento, hizo necesario que también los judíos fueran una nación más entre las naciones del mundo: ése es el derecho moral irrenunciable, es cierto, del pueblo judío. Pero este hecho también impone necesariamente a los judíos respetar la vida de otros pueblos como ningún otro pueblo puede quizá sentirlo. Al hacerlo estoy planteando mi derecho a seguir siendo un judío argentino sin avergonzarme de serlo frente a lo que está también haciendo de nosotros el Estado de Israel en Palestina: si cumple su mandato ético e histórico o sirve a otros designios extraños a nuestra propia historia milenaria.
La reacción frente al desborde destructivo del Estado israelí contra el pueblo palestino los fue llevando poco a poco a cerrar toda solución justa posible al conflicto y detener su expansión colonizadora. Un análisis de las agresiones, aun sin distinguir desde el comienzo la diferencia que separa a la violencia de los que atacan y la contraviolencia de los que se defienden, llevaría en estos momentos de desborde a una estéril discusión interminable. Porque allí en Israel se está eligiendo por todos los judíos el destino de nuestra dignidad y de nuestra cultura milenaria como modelo de resistencia y de justicia frente a todas las opresiones.
Esta escalada contra Gaza y el Líbano va más allá de los intereses de su supervivencia: se inscribe en la expansión del imperio neoliberal de Occidente sobre los países musulmanes. ¿No serán los EE.UU. quienes, empantanados en Irak, necesitan una frontera segura en el Líbano contra Siria e Irán, y de allí la masacre de la población civil para invadirla?
Los judíos israelíes, por ser los más fuertes en poder armado, son los que también en mejores condiciones se hallan para dar término al enfrentamiento con justicia: tienen todos los medios para lograrlo. Su existencia, por ahora, no corre peligro. La paz que termine con el enfrentamiento armado y un entendimiento político está sobre todo –y casi diríamos totalmente– en sus manos: sólo tienen que declinar sus ambiciones sobre territorios que no les corresponden y reivindicar el valor de la vida sobre la muerte. Aunque ahora venzan será el judaísmo histórico el vencido y la traición a su pasado habrá infectado para siempre el alma de sus pobladores.
El pueblo judío en Israel sigue doblegado en su mayoría a la estrategia del Imperio cuyo modelo han aplicado en todos los órdenes de la vida. Hace ahora a los palestinos aquello que la cristiandad occidental hizo con nosotros.
Después de haber sido sometidos los judíos en Europa al más cruel e inmisericorde exterminio, de pronto en pocas décadas de su existencia, y tras haberse plegado a la política de los exterminadores, el Estado de Israel se ha transformado en una potencia del Medio Oriente. ¿Méritos propios? Tienen orgullosos una poderosa fuerza armada con todos los instrumentos de destrucción posibles, armas atómicas incluidas. Pero no tienen vergüenza de los valores milenarios que están sacrificando ante los ojos del mundo y de los millones de judíos que los observamos perplejos y defraudados. Porque esos fantasmas de exterminio que depositan ahora sobre los árabes, esos terrores persecutorios los judíos los han traído del Occidente cristiano colonialista cuyos países antes habitaban, porque fue en Europa donde fueron exterminados y no en Palestina.
Para hacer lo que hacen en Palestina los judíos que están en el poder deben mantener el secreto moral del origen de su derecho a una patria y prolongar allí los valores inhumanos de sus propios perseguidores milenarios. Ocultar, por ejemplo, que lo que comenzó con la Cruz cristiana terminó con la Shoá europea. Deben esconder la verdad sobre la experiencia histórica de su vida en Occidente. Debieron convertirse en cómplices de sus asesinos, no denunciarlos, ya no decir nunca más que el cristianismo y el capitalismo fueron sus exterminadores porque ahora ambos se habían convertido en su modelo y en sus aliados. En lo religioso, se hicieron fundamentalistas y ecuménicos; en lo económico, se hicieron capitalistas globalizadores; en lo político, se hicieron un Estado teocrático colonialista; en lo científico, tomaron como modelo la lógica neutral de la objetividad sin sujeto del iluminismo antijudío y, en lo internacional, sostienen con sus servicios las causas más siniestras de los opresores cristianos e imperiales

Misa “DERECHA y HUMANA”

Por Celina de Kofman . Madre de Plaza de Mayo de Santa Fe

Conocemos el triste y lamentable papel que tuvo la Iglesia-Institución mientras se cometía el genocidio durante la perversa dictadura militar: bendecir las armas de los genocidas, no denunciar los terribles campos de concentración que visitaban, viendo a los detenidos desaparecidos torturados y semimuertos.
“Callaron cuando se los llevaron” y “callaron cuando los exterminaron”. Y pretendieron luego la “reconciliación” de las víctimas con los victimarios impunes.
Hay sacerdotes y laicos desaparecidos, fusilados, obispos que tuvieron el valor de tener un oído en el pueblo y el otro en el Evangelio. Muchos de ellos integran la larga lista de los 30.000 desparecidos y fusilados. No podemos dejar de mencionar a Monseñor Angelelli, Monseñor Ponce de León, y tantos que se jugaron por la verdad y la justicia.
Otros clérigos, en cambio, visitaron campos de concentración (testimonios de ex detenidos desaparecidos). El Nuncio Apostólico Pío Laghi, estuvo en “Nueva Babiera”, habló con tres detenidos desaparecidos, que apenas se podían mantener en pie, que le pidieron infructuosamente que avisara a sus familias (presentación de Juan Martín ante la C.A.D.H.U. en Ginebra. Según testimonio de Pablo Díaz, Monseñor Plaza también visitó campos de concentración en La Plata.
Esta posición de la Iglesia, la única Institución que tenía poder para parar el genocidio, y no lo hizo, les valió una autocrítica (que no tuvo ningún valor para nosotras) más de 20 años después.
Hoy, vemos azoradas que hay religiosos continuadores de aquella Iglesia cómplice, que están dando misas en homenaje a los “muertos a causa de los desencuentros de los argentinos” y “rogando por la reconciliación nacional” (¿desencuentros?: 30.000 desaparecidos, 10.000 fusilados, 8.500 presos políticos, miles de exiliados...)
¿Homenaje a quienes? ¿A los militares que bombardearon y asesinaron indiscriminadamente en 1955?, ¿por los fusilamientos en León Suárez? ¿por la masacre de Trelew?, ¿por los 30000 exterminados en horrendos campos de concentración? ¿Homenaje por la expropiación de los bebés nacidos en cautiverio, arrancados prácticamente del vientre de sus madres, a quienes fusilaban de inmediato? ¿Homenaje por la negación de la identidad de estos seres indefensos, y que aun permanecen en su mayoría en poder de sus secuestradores y asesinos de sus padres? ¿Homenaje a las “víctimas de la subversión” que asesinaron para saquear y entregar el país?¿A quienes exterminaron lo mejor de una generación ejemplar?
Los que piden las misas, por lo general familiares de los genocidas, tendrán sus argumentos fascistas para hacerlo, pero más grave es que los religiosos, como el Padre Mazza de Santa Fe, o próximamente Monseñor Basseoto en Buenos Aires, se presten a protagonizar estos verdaderos actos políticos reaccionarios, pretendiendo retrotraernos a la época más negra de nuestra historia.
La pregunta: ¿Es esta la doctrina humanista y maravillosa de amor que practicó Jesucristo, que, sin duda alguna, de haber vivido en esta época hubiera sido un desaparecido más?
En cuanto a las adhesiones recibidas, no nos extrañe: Menem se montó el país y se lo llevó, provocando una situación de hambre y desesperanza con los nuevos desaparecidos de hoy por hambre y desnutrición, El Padre Grassi, procesado actualmente por abuso de menores. En cuanto al Padre Von Wernich, cuya ideología nazi conozco demasiado, hay que recordar que actualmente está procesado por la muerte de detenidos desaparecidos, que fueron sacados por él de un campo de concentración, con la promesa de que iban a ser liberados en el exterior. Los padres de la víctimas hasta aportaron dinero para esos supuestos viajes.
“Se desciende a los cuerpos de los ex subversivos que en ese momento estaban vivos, Los tiran a los tres al pasto y el médico les aplica dos inyecciones a cada uno, directamente en el corazón. Una vez muertos, se los carga en una camioneta que los lleva a Avellaneda. Von Wernich, cuya sotana estaba salpicada de sangre, se va en otro vehículo con todos los integrantes de los grupos de tareas que habían participado en el operativo... (extraído del libro “Como los Nazis, como en Viet Nam” de Alipio Paoletti).
Son realmente vergonzosas esas misas de homenaje a los torturadores y genocidas de la dictadura militar.
La Iglesia-Institución que dice haber hecho su autocrítica, si fuera coherente no debería permitir estos verdaderos actos de apología del crimen.

De la Declaración Universal de los Derechos Humanos (año 1948)

Artículo 3: todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Cada uno de los derechos aquí enunciados admite diversos enfoques, y de por sí serían dignos de libros completos. De modo que sería absurda cualquier síntesis conceptual en un espacio reducido como este. A lo sumo se pueden formular algunas reflexiones y comentarios.
El artículo 3 fue quizás el más citado por los organismos de Derechos Humanos en épocas de la última dictadura militar, ya que el terrorismo de estado, con su plan de exterminio de una generación luchadora, violó sistemáticamente el más elemental de los derechos: El Derecho a la Vida. Luego, en otros artículos de la Declaración, se explicitan derechos que hacen a una vida digna para el ser humano.
Para decir que el Estado garantiza el derecho a la vida, en un país exportador de alimentos, se debería comenzar por eliminar la desnutrición, en todos los grados y niveles, e implementar políticas que disminuyan drásticamente la inequidad social, en la cual se basa la violencia, la inseguridad y los crímenes del “gatillo fácil”. Garantizar el acceso a la medicina a toda la población desde la propia concepción y el nacimiento hasta la vejez, y no que haya una medicina para ricos y otra para pobres que produce muerte por desatención y falta de recursos. Toda esa inequidad está basada en los requerimientos de “rentabilidad” del capitalismo local y extranjero, que necesita mano de obra barata, y desocupación estructural que la posibilite.
El derecho a la libertad ha sido siempre el eslogan central del liberalismo, del cual tomó su nombre. Un concepto de libertad formulado en términos individuales, que de hecho significa privilegios para unos pocos, y privaciones y opresión para muchos. Son incontables las libertades formales que tenemos, pero muy pocas las que realmente gozamos, tal como se analizará en relación con otros artículos de la Declaración.
La libertad se suele definir como la menor existencia posible de restricciones y la posibilidad que tiene un individuo de elegir o decidir por sí mismo. En ese caso cabrían muchas preguntas: ¿que posibilidad de elegir tiene un desocupado estructural o un joven criado en la miseria? ¿Que puede decidir un obrero durante las 8-.10 horas de trabajo, en las cuales debe obedecer sin chistar? ¿Que tienen de libres las “decisiones” o “elecciones” condicionadas por el miedo o la inseguridad que nos impone nuestra propia situación social y económica? ¿De qué libertad podemos hablar cuando callamos nuestras opiniones por temor a la sanción abierta o encubierta?
En los propios casos en que el individuo tiene posibilidad real de decidir: ¿Se puede considerar libre una elección realizada bajo el condicionamiento y la desinformación que imponen los medios de comunicación, manejados por la minoría privilegiada?
Sin embargo, y a pesar de todo esto, la libertad es uno de los valores fundamentales que debemos sustentar. Una libertad que se construye socialmente y que debe abarcar a todos los individuos. Seremos libres cuando conquistemos un sistema social con igualdad real y no solo formal, en el que tengamos asegurados nuestros derechos básicos. Cuando tengamos participación directa y permanente en las decisiones que nos implican colectivamente, cuando podamos acceder a la información veraz y necesaria para tomar las decisiones, y cuando democráticamente decidamos donde termina la libertad individual y comienzan el deber y la necesidad colectiva. Seremos libres cuando nuestra patria se libere de los acreedores externos y los monopolios que la dominan y saquean.
El derecho a la seguridad tiene similares contenidos individualistas y clasistas en la sociedad actual. Toda la atención y los recursos del Estado se concentran en los sectores de mayores ingresos, mientras que los pobres quedan abandonados a su suerte. Cuando matan a un rico se habla de “crimen” y se moviliza todo el aparato judicial y policial. En cambio, el asesinato de un pobre es muchas veces calificado de “ajuste de cuentas”, y es común que el Estado se desentienda.
La inseguridad en el sentido restringido del término es generada por este sistema de monstruosa inequidad social con una cultura individualista y violenta; y solo se lo pretende combatir con mayores fuerzas policiales y parapoliciales (las empresas de “seguridad”). Paradójicamente es desde esas fuerzas de donde nacen o se amparan gran cantidad de crímenes, robos y secuestros. La práctica demuestra que no ésta la forma de lograr mayor seguridad. Para esto necesitamos políticas que reduzcan efectivamente la inequidad y la exclusión, así como la formación de nuevas fuerzas de seguridad educadas en la defensa de la justicia y de vida y no en la cultura de la corrupción y de la muerte.

EL MOVIMIENTO DE DDHH EN ARGENTINA, DEL AYER AL HOY

Breve reseña.-
Segunda Parte: De 1980 al Menemismo-


Los últimos años de la Dictadura trajeron sin saberlo el andamiaje de las luchas venideras que jalonaron los primeros tiempo del gobierno del partido radical.-
Cuando nacía la década del ochenta, poco a poco los Organismos de DDHH fueron ganando la calle, apareciendo como un iceberg que abriría un surco en el casco del gobierno militar, hechos como la visita de la CIDH y las largas colas formadas para denunciar las torturas, las masacres, los robos de bebe y las desapariciones de todo tipo de luchadores demostraban al pueblo argentino y al mundo que la realidad no podía ser sepultada por el terror. Nacieron en aquel momento las primeras Marchas por la Vida que luego se transformarían en Marchas de la Resistencia. Los viejos políticos argentinos que no habían abierto la boca durante el terror desenfrenado, las dirigencias sindicales fracturadas, los serviles y los combativos, los movimientos económicos principalmente del interior del país, olieron con su olfato contumaz que algo iba mal para el Partido militar, y comenzaron a moverse detrás de la brecha que habrían la lucha por la vida, la justicia y la verdad, las tres banderas inseparables levantadas por los Org. De DDHH.-
La política económica rectora de toda la gran matanza, comenzaba a dar señales inequívocas de que una nueva crisis se avecinaba, todo este escenario fue el telón de fondo de la aventura de La Guerra de Malvinas, cimentada en un aventurerismo militar contrarrevolucionario ciego y delirante que un día le hacia decir al carnicero de Córdoba que se iba a lavar las patas en el Pacífico, cuando arreciaba la disputa del Beagle, o dirigir desde el Ministerio del Interior boliviano el narcogolpe de García Meza, participación en Centroamérica con cuanto Dictador se lo pidiera y alentados por EE.UU, “los gauchos argentinos” se habían convertidos en los mensajeros del terror como negocio en toda Latinoamérica.-
Con un Ejercito así, lleno de sicarios y negociantes, la juventud principalmente del interior nuevamente fue llevada al matadero por los delirios de un borracho, ensalzado como majestuoso por la prensa, los poderosos, y un pueblo dividido que confundió un anhelo histórico, y que así confundido paso rápidamente de la exaltación, al desengaño.-
Nuevamente los Organismo de DDHH marcaron el norte, no lo perdieron en ese mar patriotero y conservaron dignamente su unidad en esta primera prueba, en que todo lo que se venia denunciando se volvía claro cuando se disipo la neblina de la corta Guerra de Malvinas.-
De aquí en adelante los sectores de poder sabían que debían cambiar de ropaje, que había que preparar un cambio a las apuradas y que la retirada de los militares debía hacerse salvando todo lo que pudieran del principal andamiaje del terror; eso sería una de sus garantías contra cualquier cambio político a la vista.-
En este sentido, a diciembre del 83 se arribo como resultado del fracaso de la dictadura por engendrar un descendiente, y no como producto de un triunfo de fuerzas sociales y políticas en derrotar la mayor Dictadura Argentina, esta característica seria crucial para entender los primeros años del gobierno del Partido Radical.-
Continuara.-