MADRES DE PLAZA DE MAYO
Las Madres de Plaza de Mayo nacimos por la desaparición de nuestros hijos. Somos producto de la injusticia y de la muerte a las que le opusimos la resistencia.
Nuestra evolución política y social se va dando frente a situaciones límites que nos tocó vivir:
- Unirnos para ser más fuerte y enfrentar la perversa dictadura militar.
- Comprender la lucha de nuestros hijos y acunarlos en nuestros brazos ya vacíos, henchidas de orgullo, por haberlos asumido como revolucionarios, como lo más comprometido y lúcido de toda una generación de argentinos.
-Socializar la maternidad y convertirnos en Madres de 30.000 hijos, levantando sus banderas revolucionarias para llevarlas adelante y lograr construir un puente con las generaciones nuevas para que puedan comprenderlos y admirarlos.
Estos fueron los pasos más difíciles para nosotras, simples mujeres de su hogar. Muy pocas tuvimos la suerte de poder compartir con nuestros hijos sus sueños, sus utopías y sus proyectos de un país para todos, un país socialista en el camino que marcara nuestro Che.
Diferentes formas de pensar y de actuar, han hecho que tomemos las madres distintos caminos, nosotras desde Santa Fe, no pertenecemos a ninguna de las Organizaciones de Bs.As., somos las Madres de Plaza de Mayo de Santa Fe.
Mucho nos queda por luchar, a casi 30 años de nuestra formación, pese a los logros que hemos conseguido actualmente, lo más importante no lo hemos logrado: el destino de todos y cada uno de nuestros hijos, quiénes fueron sus secuestradores, sus torturadores, sus asesinos y quiénes los ideólogos que proyectaron la realización de tan terrible genocidio, para implantar el modelo económico que ha dejado a nuestro pueblo devastado.
¿Dónde están los restos de nuestros queridos hijos, para poder elaborar nuestro duelo y alcanzar a su tumba una flor?
Queremos que la Justicia avance de verdad, que los genocidas vayan a cárceles comunes y no a cárceles especiales, dentro de los cuarteles, donde hasta festejan “en familia” los cumpleaños con invitados incluidos. Tampoco queremos para ellos los “arrestos domiciliarios” que ya han demostrado como los violan.
La lucha continúa, debe continuar, porque si hemos comprendido realmente a nuestros queridos hijos, debemos luchar por los desaparecidos de ayer y de hoy, porque en nuestro país se mueren por desnutrición y enfermedades de la pobreza, se nos muere un niño cada 2 horas. Por ellos, por estos nuevos hijos que día a día van desapareciendo, es que debemos continuar la lucha, para ser dignas madres de revolucionarios.
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