lunes, julio 03, 2006

UN POCO DE MEMORIA: EL RACISMO NAZI

Nunca debemos olvidar el mayor genocidio del siglo 20, que fue la segunda guerra mundial, con más de 60 millones de muertos y otros tantos mutilados y afectados. El partido Nazi de Alemania fue su principal responsable, quien encarnó los intereses económicos expansionistas e imperialistas de los grandes empresarios alemanes. A su servicio supo canalizar el sentimiento de revancha de gran parte del pueblo alemán, tras la derrota de la primera guerra y las condiciones humillantes que le impusieron las potencias capitalistas vencedoras.
El racismo extremo fue la expresión ideológica que asumió este partido, que llegó a constituirse en un impresionante movimiento de masas y a conquistar el poder en 1932 a través de elecciones. No fue la obra de “un loco” (Adolf Hitler), sino un producto abominable del propio capitalismo.
Sin abundar en esta nota en cuestiones del contexto político, ni en las otras responsabilidades, consideramos importante reproducir parte de su plataforma

“Extractos del Programa del Partido Nazi (1920)
Exigimos la constitución de una nueva Alemania [...]
4. Solo los ciudadanos pueden beneficiarse de los derechos cívicos. Para ser ciudadano, es necesario ser de sangre alemana, sin importar la religión. Ningún judío puede ser ciudadano.
5. Los no-ciudadanos no pueden vivir en Alemania sino como huéspedes y deben someterse a la legislación sobre extranjeros.
6. El derecho de dirigir el Estado y de hacer las leyes está reservado exclusivamente a los ciudadanos. Exigimos que la función pública no pueda ser ejercida por no-ciudadanos.
7. Exigimos que el Estado alemán se comprometa a procurar medios de subsistencia a todos los ciudadanos. Si el país no puede alimentar a toda su población, los no-ciudadanos deberán ser expulsados del Reich. [...]
23. Propugnamos la lucha contra la mentira política y contra su propagación por la prensa. Para favorecer la creación de una prensa alemana, exigimos:
a. Que todos los directores y periodistas de los periódicos en lengua alemana sean ciudadanos alemanes; [...]
b. Que sea prohibida por la ley toda participación financiera y toda influencia de los no-alemanes [...]
24. Exigimos la libertad en Alemania de todas las religiones, en la medida en que no pongan en peligro ni ofendan el sentimiento moral de la raza germánica. [..] El Partido combate el espíritu judeo-materialista. [...]”