jueves, octubre 18, 2007

JUICIO A VON WERNICH

Por Keka Kofman (Madre de Plaza de Mayo de Santa Fe)

El 10 de setiembre pasado declararon en el juicio al sacerdote Von Wernich, el padre Rubén Capitanio, cura salesiano actualmente en Neuquén y nuestra compañera María del Rosario Cerrutti.
Con respecto a María del Rosario, hoy cómo las Madres de Santa Fe, fuera de la Asociación, no solo fue una de las pioneras que formaron el movimiento de Madres, sino que desde su función de secretaria fue la responsable política de la Asociación, más comprometida y lúcida de todas nosotras.
Su testimonio ético, fuerte contra el accionar imperdonable de la iglesia institución, en ese momento representada por el sádico y perverso sacerdote Von Wernich, fue el mejor homenaje a nuestros 30000 hijos y a la lucha inclaudicable que con tanto esfuerzo hoy seguimos manteniendo las Madres de Plaza de Mayo, por situaciones muy difíciles que son de público conocimiento.
Uno de los abogados querellantes, muy joven aún, se nos acercó después para decirnos que nos observó a todas (y éramos muchas Madres presentes) y vio qué todas nosotras la seguíamos a la compañera, con gestos, expresiones y también ¡Lágrimas!...
El testimonio del Padre Rubén Capitanio fue desgarrador. Rubén nos acompaño desde siempre y desde Neuquén, junto a Monseñor De Nevares, no solo a nuestras compañeras neuquinas, sino a todas las Madres que tuvimos la suerte de conocerlo y compartir duros momentos en nuestra lucha.
El Padre Capitanio acusó a la iglesia de haberse puesto desde el principio de la dictadura al lado de los victimarios y no de las víctimas, y de haber sido una Madre que NO buscó a sus hijos. Con la humildad, claridad y seguridad que lo caracteriza pidió perdón por una iglesia que lo hizo 20 años después y muy por arriba.
Von Wernich merece, cómo todos los sacerdotes que visitaban habitualmente los campos de concentración sin denunciarlos, presenciando torturas y secuestros de bebes, PRISION PERPETUA en cárcel común.
Tenemos confianza en el Tribunal que lo está juzgando y en los jóvenes abogados querellantes.
Lamentamos que en este juicio, como en el de Etchecolatz no se dé la debida protección a los testigos. Ya desapareció el compañero Jorge Julio López y son amenazados testigos cómo Nilda Eloy y, en estos días, secuestrada por unas horas y torturada otra testigo, que se suponía tenía protección policial… El gobierno, silencio por respuesta.