martes, abril 25, 2006

ANTE UN POSIBLE CASO DE ASESINATO Y BRUTALIDAD POLICIAL

Ante un posible caso de asesinato y brutalidad policial

El 4 de abril, el diario Uno reproduce la crónica periodística basada en información policial de que “un criador de cerdos había denunciado que dos ladrones le robaban sus animales. Al concurrir al lugar, los agentes de la seccional quisieron detenerlos pero los menores se resistieron a tiros. A uno de ellos, Andrés Rodríguez de 16 años, lo balearon y murió. Al otro lo detuvieron”
Luego trascendió que las balas que mataron a Andrés Rodríguez entraron por su espalda, y el matutino reproduce las denuncias realizadas por el abogado Romeo Díaz Duarte, que representa al menor preso y a su madre:
“la madre de su defendido se presentó ayer ante la titular del Juzgado de Menores Nº 2 denunciando que su hijo había sido víctima de apremios ilegales. “Se han violado todas las garantías del proceso en la seccional octava”. “El chico ha estado alojado con mayores, en un calabozo. Se lo mantuvo permanentemente esposado, se lo golpeó en varias partes del cuerpo y la cabeza”. “Estando el menor esposado, policías con guantes en sus manos, tomaron un arma de color plateada, le agarraron los dedos de la mano y se la hacían apoyar en el arma, y con papel, para que no tocara el arma y le decían «ahora vamos a dejar tus huellas dactilares»”. “En un momento le llegaron a decir «cuidado que no te acusemos de que vos mataste a tu compañero»”.
Cabe señalar que el abogado Romeo Díaz Duarte es el defensor de Lorenzo Domínguez, ex ministro de Gobierno de Reutemann, imputado en la causa por los asesinatos del 19 y 20/12 de 2001. Defiende también a Gabriel Alberto Celli, procesado como sospechoso de haber abusado sexualmente a tres nenas de 10, 11 y 13 años de barrio Centenario.
A pesar de esto, y aun sin contar nosotros con testimonios directos del caso, existen demasiados indicios que hablan de la veracidad de la denuncia. Cualquiera sabe lo que significa inventar o tergiversar un testimonio sobre abusos o criminalidad policial. Nadie se quiere llevar de arriba a enemigos que tarde o temprano “ajustan sus cuentas”. Un menor que denuncie esto, con el apoyo de sus padres es porque realmente fue sometido a tales atrocidades. Porque seguramente el menor torturado sabe cosas que inculpan a la policía y por eso pretenden amedrentarlo como siempre lo han hecho, con las torturas y las amenazas.
De ahí la doble responsabilidad de la Justicia en el hecho, ya que no solo está en juego un posible crimen cometido, sino los hechos aberrantes de la comisaría 8va. Y lo que está por delante: la seguridad del joven apaleado.Como frente a todas las violaciones a los Derechos Humanos, exigimos que la mano de la Justicia se haga sentir con todo el rigor que corresponda. Porque la vida y la dignidad de las personas no son menos valiosas por pertenecer al pueblo pobre, oprimido y explotado.