A 34 AÑOS DE LA MASACRE DE TRELEW
Por Celina Kofman - Madre de Plaza de Mayo de Santa Fe
Cómo dijo el periodista Luis Bruschtein, “Fue la semilla del genocidio que vino después”.
La masacre perpetrada el 22 de agosto de 1972 en represalia por la fuga del penal de Rawson, se convertiría posteriormente en la práctica represiva habitual de los dictadores de turno.
La cárcel de Rawson era de “máxima seguridad” según los esbirros del dictador Lanusse. En ella estaban encarcelados en condiciones infrahumanas, muchos compañeros de las distintas Organizaciones Revolucionarias, especialmente los dirigentes del ERP–PRT, FAR y Montoneros, junto a verdaderos dirigentes obreros como Agustín Tosco.
Aquellos revolucionarios lo dieron todo con el único objetivo de lograr “la Patria Socialista”. Las diferencias entre ellos, no le impidieron la lucha contra la dictadura que los llevó a la cárcel, y menos la organización para la fuga de la misma. Parecía una acción quijotesca e irrealizable, se evaluaron distintos proyectos para llevarla adelante, y después de estudiar y evaluar las distintas alternativas, se decidió la fuga de 110 militantes políticos.
Pese a la masacre con que respondieron y que costó la vida de estos maravillosos compañeros, se logró infligir a la dictadura una gran humillación; ellos, los invencibles, los poderosos, los dueños de la vida y la muerte de sus prisioneros, tiene que soportar ver que seis compañeros logran llegar a la libertad para continuar la lucha. Primero van a Chile, donde el querido Salvador Allende les brinda la posibilidad de viajar a Cuba. Distintos errores, hicieron fracasar el plan de salida del resto de los compañeros que no tuvieron otra opción que la rendición, con una dignidad, de la que sólo son capaces los revolucionarios. Entregan las armas ante la presencia del juez y los medios de comunicación a cambio de ser trasladados nuevamente a Rawson y ser revisados por médicos para constatar su estado físico, ya que sabían que sus vidas corrían peligro. Por supuesto que ni la justicia ni los medios, pudieron impedir que estos cobardes criminales, los llevaran a la Base Almirante Zar de Trelew, y el 22 de Agosto a las 3 y 30 de la madrugada fueron masacrados 19 de ellos en total estado de indefensión, sobrevivieron solo 3, porque los creyeron muertos, que son quienes luego dieron testimonios de la masacre: María Antonia Beger (desaparecida); Ricardo Haidar (desaparecido) y Alberto Camps (fusilado) Todos muertos y desaparecidos durante la última dictadura. Los compañeros fusilados son: Ana María Villarreal de Santucho, Carlos Astudillo, Eduardo Copelo, Carlos del Rey, José Mena, Rubén Bonet, Clarisa Lea Place, Humberto Suárez, Humberto Toschi, Jorge Ulla, Alfredo Kohan, Miguel Angel Volpi, Mario Delfino, Mariano Pujada, Susana Lesgart, María Angélica Sabelli. Cada uno de ellos, junto a los tres que asesinó la última dictadura, viven y vivirán siempre en el corazón de su pueblo, como ejemplos de verdaderos revolucionarios.
Los héroes de Trelew, junto a nuestros 30 mil desaparecidos y 10 mil fusilados, van marcando el camino de la liberación popular y social.
¡ Compañeros, hasta la victoria siempre !
¡ Compañeros, presentes, ahora y siempre !
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